Al menos seis civiles israelíes han muerto esta mañana en el ataque simultáneo a una sinagoga y una yeshiva (escuela talmúdica) en Har Nof, al oeste de Jerusalén. Los dos supuestos agresores, armados con hachas y cuchillo, han sido abatidos por la policía poco después, según ha confirmado el portavoz policial Micky Rosenfeld, que indica que “el caso se está considerando como un ataque terrorista”. Hamás ha reivindicado el ataque.
El diario Yedioth Ahronoth afirma que los atacantes portaban pistolas, hachas y navajas y han entrado en los edificios a una hora en la que se celebraba el rezo de la mañana, en la calle Har Shimon Agassi. Por ahora se desconoce cómo han muerto los civiles y cómo ha sido la persecución posterior por parte de la policía. Un portavoz de emergencias ha asegurado a Reuters que se está tratando a nueve personas, cinco de ellas en estado crítico.
El barrio se compone casi en exclusiva de residentes ultraortodoxos y se encuentra encajonado en un valle rodeado de vecinos árabes. La policía y los medios desde el principio han tomado el incidente como un atentado terrorista. Poco después, la edición digital del Yedioth Ahronoth recogía un comunicado en el que el grupo radical palestino Hamás se hacía responsable del atentado. Dice la nota que el ataque es la venganza por la muerte del conductor de autobús Yusuf Hassan al Ramuni, que fue hallado el domingo por la noche ahorcado en una terminal de autobús de Jerusalén.
La policía asegura que se suicidó, lo que confirmó luego la autopsia, que la familia rechaza. También añade Hamás que el ataque es una respuesta a los “actuales crímenes israelíes en Al Aqsa”, la Explanada de las Mezquitas, y llama a nuevas acciones. La tensión sigue creciendo en la ciudad, donde se están produciendo ataques terroristas a judíos en los últimos días que ponen en peligro cualquier camino para la paz.
Fuente: Protestante Digital
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